La ashwagandha es una hierba muy popular en la medicina tradicional ayurvédica y ha ganado mucha atención en la ciencia moderna. Ahora vamos a ver qué es realidad y qué es un mito sobre esta hierba.
Realidad:
Adaptógeno: La ashwagandha es conocida como un adaptógeno, lo que significa que ayuda al cuerpo a manejar el estrés.
Reducción de ansiedad y estrés: Algunos estudios clínicos han demostrado que puede reducir significativamente los niveles de cortisol (la hormona del estrés) y aliviar síntomas de ansiedad y depresión.
Mejora del sueño: Hay evidencia que sugiere que puede ayudar a mejorar la calidad del sueño.
Aumento de energía y resistencia: Se ha observado que mejora la fuerza muscular y la resistencia en ciertos estudios.
Beneficios cognitivos: También se están investigando sus efectos para mejorar la memoria y la función cognitiva.
Mito o exageración:
No es una solución mágica ni reemplaza tratamientos médicos en casos graves.
Algunos beneficios atribuidos popularmente no tienen suficiente respaldo científico sólido, o los estudios son pequeños o preliminares.
La calidad y concentración de los suplementos pueden variar mucho, afectando su eficacia.
Conclusión:
La ashwagandha sí tiene efectos reales respaldados por estudios científicos, especialmente en el manejo del estrés y la ansiedad, pero no es un remedio milagroso y su efectividad puede variar entre personas.
Actualmente, ashwagandha (Withania somnifera) no se considera universalmente como «nivel A» en la fitoterapia científica occidental, aunque está cada vez más reconocida y respaldada por estudios.
¿Qué significa «nivel A» en fitoterapia?
Es una clasificación basada en la evidencia científica disponible, usada en guías como las de la ESCOP, la EMA (Agencia Europea del Medicamento), o el Comité de Medicamentos Herbales (HMPC).
Nivel A implica que existe evidencia clínica sólida, reproducible, y de alta calidad (ensayos controlados aleatorizados, revisiones sistemáticas) que respalda su eficacia para una o más indicaciones específicas, además de un perfil de seguridad bien establecido.
Situación actual de la ashwagandha:
No está incluida (hasta junio de 2025) en las monografías de la EMA ni de la ESCOP, que son las principales autoridades europeas en fitoterapia.
En la clasificación de la evidencia científica, la ashwagandha suele ubicarse en un nivel B.
Hay evidencia prometedora, especialmente para el manejo del estrés, la ansiedad leve, y como tónico adaptógeno.
Pero faltan más estudios clínicos grandes y de alta calidad, con extractos estandarizados y protocolos rigurosos.
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