¿Una cápsula vibratoria para adelgazar?

Importante avance para el tratamiento contra la obesidad

Dentro de un par de años, si no hay problemas saldrá al mercado la cápsula que una vez ingerido comenzará a vibrar en el estómago quitando así el hambre.

No es broma, Tanto la universidad de Harvard como el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) lleva unos años desarrollando un tratamiento para la obesidad sin los riesgos de la cirugía ni los inconvenientes de los medicamentos. Entonces ¿nos encontramos con el tratamiento definitivo?

Nosotros creemos que será como todos los tratamientos anteriores, una alternativa nueva que no definitiva. Tendrá con sus indicaciones, contraindicaciones y efectos adversos como cualquier tratamiento médico. No será definitiva pues mantiene la misma filosofía que todos los tratamientos que han ido surgiendo durante décadas. Suponen que QUITANDO EL HAMBRE solucionan el problema y no es así.

Después de tantos años ejerciendo la nutrición y metabolismo hemos visto como van apareciendo nuevos tratamientos que vienen con una expectativa alta, tienen su fase de furor y descenso de la moda, Lo último ha sido la sema glutida (ozempic©) que va descendiendo su interés para dar paso al tirzepati de (mounjaro©) y aun teniendo auténticas y eficaces indicaciones terapéuticas no sirve para todos los pacientes.

Pero entonces ¿EXISTE EL TRATAMIENTO DEFINITIVO? Creemos que sí y de hecho lo vemos en multitud de pacientes que acaban nuestro tratamiento. Se trata simplemente de reconocer cuando se tiene hambre e igualmente a reconocer la sensación de saciedad. Todos tenemos tres núcleos en el cerebro: núcleo del hambre, centro de la saciedad y centro de la sed. Los tres están absolutamente dependientes uno de los otros y por eso básicamente todos deberíamos beber suficiente agua, comer con cierta frecuencia y masticar muy despacio.

A esto hay que sumarle el control de la esfera emocional. No es tan difícil como parece, si conseguimos encauzar las tensiones emocionales de otra manera que no sea la comida. Disfrutando de la vida social, familiar, del ejercicio y de aficiones gratificantes conseguimos reducir el excesivo papel que damos al placer del paladar. Estos cambios se procuran con técnicas cognitivo-conductuales.

Al final el conjunto de la modificación en el hábito dietético junto con la liberación de la ansiedad de un modo más eficaz es lo que llamamos el CAMBIO DE ESTILO DE VIDA donde ya no importará QUE comemos (sabemos que nos sienta mejor y nos mantienen más activos) sino COMO y PORQUE lo comemos.